De pequeńos siempre sońamos con eso. 

Ahora te miras al espejo y te das cuenta que ya creciste, que ya todo cambio.

Antes pasábamos cada segundo de tu vida jugando mientras ahora, la mayoría del día la pasamos frente al computador.

Darte cuenta que esos tiempos terminaron, que ya cambiaron y que jamas regresaran. Eso es lo triste de crecer.

Dormir en el sofá con la esperanza de despertar en tu cama. Pero cuando despiertas y ves que aun sigues en el sofá, es algo realmente decepcionante. 

Tarde o temprano  todo se da por acabar. Nada es para siempre.

Aun queda mucho por vivir, ¿porque apresurarse? 

La mayoría de nosotros aun queremos seguir creciendo. 

Ya empezamos a tomar un papel de adultos o maduros.

Disfruta el presente.

Aun es muy pronto para preocuparse por el futuro 

Disfruta cada instante...